Diversas reacciones tras el último mensaje navideño del rey Felipe VI, un apunte para refrendar que el desconcierto español dura 200 años…

El golpe decisivo que destruyó los equilibrios que sostenían a la Monarquía hispánica fue la invasión napoleónica (2 may. 1808 – 17 abr. 1814). Desde entonces, España no ha encontrado un nuevo equilibrio fuerte y duradero.

La Constitución de 1978 ha sido un espejismo. El Pacto de la transición no ha sido el nuevo equilibrio anhelado por la nación española. Ha quedado definitivamente roto por la rebelión de Cataluña. Una constitución que ha resultado no ser “el traje a medida” que precisaba la nación española. La aplicación del artículo 155 en Cataluña, por parte del gobierno Rajoy-Soraya Sáenz de Santamaría, es la prueba de la inconsistencia de la Carta Magna aplicada en las instituciones nacionales. No ha resuelto nada.

Fernando VII fue “rey de España entre marzo y mayo de 1808 y, tras la expulsión del «rey intruso» José I Bonaparte y su vuelta al país, nuevamente desde mayo de 1814 hasta su muerte”. Desde entonces, la Monarquía no ha sido una institución decisiva para conformar los equilibrios políticos, económicos y sociales que hubieran permitido a España despejar las incertidumbres constantes.

Ni la Iglesia Católica, ni los partidos políticos, ni las élites españolas, ni la intelectualidad, esto es, instituciones relevantes y muy introducidas en cuerpo de la nación española, que no han contribuido a la construcción definitiva del equilibrio moderno del Estado y nación española. Facciones y revoluciones con un resultado tan equívoco.

El pueblo español, sometido a tantas presiones y traiciones, aparece y desaparece, como una demostración de obediencia que se sostiene con incredulidad y desaciertos. El desconcierto español dura 200 años…para el principal perjudicado y observador: el pueblo español.

Posiblemente el rey Felipe VI no escribe los discursos que dirige a la nación española. Somos una nación de individualidades, que no es suficiente para llevar a España a un plano elevado de existencia colectiva.

Si se conforma un gobierno PSOE-Unidas Podemos con el apoyo de otras formaciones políticas como Esquerra Republica de Cataluña, ¿quién aportará la inteligencia política precisa para desactivar la rebelión catalana?

Un plebiscito monarquía versus república es una opción irrenunciable para la conspiración republicana en marcha, desde la Transición política española. La rebelión catalana encaja en un nuevo experimento republicano. El desconcierto español dura 200 años…

Un plebiscito de autodeterminación de Cataluña es la otra opción sobre la mesa política; el freno legal debe ser anulado para alcanzar este medio democrático. La derecha política se parece demasiado a las derechas de la II República española. El PSOE no tiene cuadros para conseguir objetivos tan ambiciosos.

La rebelión catalana y el Brexit, la primavera europea, han tenido que ser planeados desde hace unos cuantos años. Lo hemos repetido por activa y pasiva. No pueden sorprendernos las decisiones judiciales europeas en contra del Reino de España.

La salida de España de la UE es un camino muy largo y la nación española carece de voluntad política en la actualidad. No está sobre la mesa política tal asunto.

El régimen del 75 está sostenido artificialmente por la Pax americana (la importancia de la base militar de Rota) y la UE. El programa de compra de activos terminó el 19 de diciembre de 2018; el Banco Central europea había comprado deuda española por valor de 260.000 millones de euros. La casta política española proyecta sombras muy largas.

Debiéramos comprobar si en España se produce una reacción centralizadora frente a los desafíos secesionistas. El ascenso de Vox no encuentra un acompañamiento cierto por parte de las otras formaciones cercanas. Hay una gran confusión en reconocer los medios y fines que precisa la nación española para superar las amenazas actuales.

El desconcierto español dura 200 años…

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