En España, desconocemos la existencia de La Parroquia; una organización en el interior de la Iglesia Católica. Ahora, la Semana Santa es el único momento en que recordamos la trascendencia de la religión, mientras el resto del año lo domina la secularización. La relación es desigual y conviene no olvidarlo.

La Iglesia Católica española está dividida. El clero nacionalista catalán y vasco amenaza la unidad funcional de esta institución milenaria. No podemos esperar del Estado Vaticano una solución para el mayor problema que tiene España para conservar su unidad e integridad. Los aspectos políticos son más importantes que los meramente doctrinales.

Como sucede con el poder, conocemos una parte visible y desconocemos la parte invisible, aunque aparezcan indicios. La Parroquia está santificada por el poder. Eso explica la devoción por el amor griego.

Las revelaciones hechas por el sociólogo y periodista Frédéric Martel sobre la curia romana merecen ser conocidas. Un extracto ha aparecido en Vanity Fair. Una entrevista al escritor francés, que merece ser leída, sin dilación.

Frédéric Martel es el autor del libro Global Gay. Cómo la revolución gay está cambiando el mundo (Taurus 2013). El material que destacamos pertenece al libro Sodoma (Roca editorial).

La investigación sobre El Vaticano recoge el material de las entrevistas con 1.500 religiosos, en cuatro años, para lo que ha viajado por los continentes con presencia cristiana. La homosexualidad ha sido el centro de la citada investigación. Un comportamiento que no merecería mayor atención, sino es porque la Parroquia tendría vínculos con el Lobby Gay.

La propia actitud del Papa Francisco en relación con la homosexualidad es un indicio de lo que decimos. Humana comprensión que oculta la dimensión de la Parroquia.

Frédéric Martel recoge el caso de Francesco Lepore, un sacerdote que era el traductor de latín del Papa Francisco. Francesco es homosexual y ha dejado el sacerdocio; en la actualidad es el redactor jefe de la revista digital gaynews.it, diario de información gay. Francesco no ha abandonado el activismo gay. Francesco Lepore ha regresado “al estado laico”.

Los homosexuales en la Iglesia se auto denominan la Parroquia. Según el punto de vista de Frédéric Martel no forman un lobby, como podríamos suponer. Además, Frédéric Martel recoge los testimonios de 50 seminaristas de Roma y reconoce que la homosexualidad es la tendencia sexual dominante; es un hecho masivo.

La inclinación amorosa de los sacerdotes no tendría mayor transcendencia, salvo el incumplimiento del voto de castidad; pero los crímenes de los sacerdotes pederastas nos revelaría la amoralidad de los miembros de la Parroquia. Sin embargo, el reciente congreso sobre pederastia celebrado en Roma (febrero 2019) compensa una acusación radical sobre la general amoralidad.

Frédéric Martel reconoce que la Parroquia actúa como un grupo de presión interno en la Iglesia Católica. La Parroquia favorece los ascensos de los miembros reconocidos de esta organización oficiosa. Es poco menos que imposible que la Parroquia no guarde relación con el Lobby Gay. Si algo impone el poder es una etiqueta actual, con los actores actuales y las reglas vigentes como los actos públicos y privados que los medios recogen.

El paradigma cristiano quedó destruido en la Gran Guerra (I Guerra Mundial) para la civilización occidental. La fuerza de la religión no desaparece en personas o comunidades que viven fuera del tiempo presente. La presión de la secularización es obvia y resistir es harto complicado.

El Estado moderno margina la religión con lo que asegura la quiebra de la autoridad pública. La cultura sincrética relativiza todo en aras de asegurar la primacía de la ideología liberal-democrática.

Los rumores sobre un posible cisma en la Iglesia Católica, por el enfrentamiento entre progresistas (Papa Francisco) y conservadores (Benedicto XVI) no sería otra cosa que una conclusión sobre la Iglesia post conciliar. Dado que el Concilio Vaticano II sella la paz con el Estado de Israel, un cisma no corregiría la intencionalidad política que explica la posición de la Iglesia Católica, tras el citado Concilio.

Los cristianos se separan del judaísmo bajo la autoridad del emperador Adriano, tras la tercera revuelta judía. Siglo II de nuestra era: (Fuente: Mario Sabán). Los conservadores deberían apoyar la FSSPX, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X fundada por el Arzobispo Marcel Lefebvre.

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