Iglesia Evangélica-Madrid

Típica Iglesia Evangélica de Madrid

La razón de la presencia del Papa Francisco en Brasil es el auge de las iglesias protestantes norteamericanas en toda América. La Iglesia Católica enfrenta el mayor problema, desde el Concilio Vaticano II. En Hispanoamérica, en las dos últimas décadas la pujanza de las iglesias evangélica y pentecostales ha supuesto la pérdida de fieles católicos. Desde nuestra Europa agnóstica, comprendemos que la religión es política por otros medios, la pieza que nos faltaba de la pax americana.

Para la mentalidad europea, incluso para la Curia católica, muy secularizada, las jornadas mundiales de la juventud o los encuentros de la familia contentan los anhelos de unos y otros. Por el contrario, la realidad americana precisa de otras acciones, si no estamos ante una guerra perdida.

La iglesia Evangélica cuenta con más de 500 millones de fieles en el mundo. Sobre 110 millones de fieles en América Latina y el Caribe. En Brasil, unos 42 millones de miembros de esta iglesia de origen norteamericano.

El Para Francisco, al margen de los problemas con la Curia romana, reconocía que Brasil tiene la mayor población católica del mundo, con su presencia y mensajes; pero ha perdido un 10% de fieles, en la primera década del nuevo siglo.

Estados Unidos quiere que el siglo XXI nada escape a su dominación. Aplica la guerra en Oriente Medio y Asia central. Con medios comerciales e intimidación militar, EE.UU. domina Europa y el sudeste asiático. Ha dejado la religión para América toda. La labor de las iglesias protestantes en la América católica se remonta al siglo XIX, sino antes.

La guerra, el comercio y la religión son los poderes vivos del Estado. Aunque Estados Unidos haya alumbrado la democracia moderna, se sirve de los tres poderes tradicionales para extender su dominación. El propio gobierno norteamericano se caracteriza por la amoralidad más completa, aún con un perfil europeo si se prefiere. Las guerras de Vietnam e Irak son dos ejemplos de la “maldad” de Washington.

Estados Unidos confía plenamente en la fuerza de las iglesias nacionales protestantes, por lo que no ha sido necesario intervenir militarmente en Cuba o Venezuela. Los regímenes autoritarios no frenan el avance de la religión reformada. ¿De que sirvió el viaje del próximo santo Juan Pablo II a Cuba en 1998? ¿Cuánta hipocresía hay entre las clases dirigentes en Iberoamérica?

La Iglesia Católica no reconoce el fracaso del Concilio Vaticano II; la situación de la América católica así lo prueba. El enemigo protestante es formidable, favorecido por el ambiente político y económico del continente americano. La elección de un Papa americano es una reacción tardía, sin duda entorpecida por la Curia romana, que el nuevo Sumo Pontífice quiere reformar.

En los medios han aparecido declaraciones de Leonardo Boff, uno de los teólogos inspiradores de la Teología de la liberación, con motivo del viaje del Papa Francisco a Brasil. La Iglesia Católica ya condenó esta doctrina y al propio Leonardo. Ahora parece insinuarse que la citada teología podría revitalizarse para reaccionar al progreso protestante.

Por los factores que concurren, los errores del pasado, el mal encaje de la Iglesia Católica en el mundo moderno, si al menos las élites políticas iberoaméricanas se muestran fieles al catolicismo, la Iglesia romana se contentaría con mantener esta situación,  toda vez que domina la educación universitaria.

La pax americana es el mayor proyecto de dominación que las sociedades  hayan concebido. El Estado fija el tono moral para toda la sociedad; la religión rinde pleitesía al César.

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