La figura de Jesucristo es universal; sin embargo, la religión cristiana, salvo para minorías, no está presente en Europa occidental. Este vacío, que se puede tratar desde distintas perspectivas, tiene un sentido histórico y político, del que no se habla, porque se prefiere apostar por una cultura mundana que no entorpezca el comercio. El citado vacío justifica que otras civilizaciones, como el Islam, quiera proyectarse, a través de la inmigración y una cultura propia reflejada. Recordemos a la escritora Oriana Fallaci que, en sus últimas obras, denunció el peligro del fundamentalismo islámico y censuró a la izquierda europea. La escritora italiana murió en el 2006.

Un programa de televisión (Canal Intereconomía) como “Lágrimas en la lluvia” dirigido y presentado por el escritor y periodista Juan Manuel de Prada se ocupa de la religión católica. Como muestra, el pasado domingo día 13 de abril. A pesar de la talla intelectual del escritor Juan Manuel de Prada y de los invitados que regularmente acuden al programa, no reconocen que la religión cristiana es cual un anima muerta, a pesar de la actividad pastoral de las diferentes Iglesias cristianas del viejo continente. Un ejercicio de la razón que engendra monstruos: los sacerdotes pederastas, en la Iglesia Católica, por ejemplo.

Desde el siglo XIX, la revisión del cristianismo ha sido constante, desde el mundo protestante hasta alcanzar la Europa católica. Las dos grandes guerras mundiales, en suelo europeo, han rematado una religión, que hoy no forma parte de la coalición de poder, en Europa occidental, aunque se preserven las apariencias: la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, el próximo 27 de abril, en Roma.

Somos testigos de la decadencia de Occidente, harto visible en Europa. La mezcla de capitalismo y democracia debilita a los pueblos, como podemos comprobar con las sociedades occidentales, que ansían exportar su modelo al resto del mundo, a través de la globalización. Las Iglesias cristianas tienen, desde siempre, una vocación universal. Pero el cristianismo es expulsado de Europa occidental, un problema sin solución.

Es actualidad la discusión sobre la Mezquita de Córdoba. Reclamada por organizaciones musulmanas, apoyadas por facciones de la izquierda local, sin olvidar el interés de la Junta de Andalucía. La disputa ha atraído a televisiones extranjeras como Aljazeera. Es reconocido el vacío religioso por personas e instituciones de otras civilizaciones. España ha sido romana, árabe y cristiana.

La cadena de televisión qatarí ha seguido la guerra civil en Siria, donde los hostigadores, Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel no se han visto frenados por consideraciones hacia los cristianos de la Iglesia Siro Ortodoxa. En concreto, Estados Unidos sólo defendería las confesiones protestantes norteamericanas, que se expanden por el mundo, al compás de la pax americana. La religión es un poder del estado, como la guerra y el comercio. Estados Unidos procura aunar intereses, porque no puede prescindir de ninguno de estos poderes, como en tiempo del emperador Constantino, que autorizó el culto cristiano y selló el destino de la Iglesia de Occidente. Con posterioridad, el Imperio Romano se dividirá y con ello se romperá la unidad religiosa cristina.

La vida de Jesús

¿Por qué la vida de Jesucristo no se relaciona, por lo general, con la Gran Revuelta Judía, acaecida entre los años 66 y 73 del siglo I de nuestra Era?

En el año 6 Judea se integra en el Imperio Romano como provincia. El conflicto es inminente para figuras como Juan el Bautista o el propio Jesucristo; de hecho, Juan el bautista da el sacramento del bautizo a Jesús de Nazaret. Es el fin del mundo para los judíos, lo que latía con fuerza en el magisterio de Jesús, dado que morirán entre 600.000 y un 1.300.000, tras el asedio romano. Comienza la diáspora del pueblo judío y el fin de su Estado, en la antigüedad.

Los principales hitos en la vida pública Jesús, desde la entrada en Jerusalén; los nueve viajes que emprende; la doctrina de Jesús explicada casi en su totalidad en Perea; las curaciones, la elección de los discípulos, las parábolas y discusiones; milagros y resurrección de muertos.

¿ No es menos cierto que Jesús propone la alianza a la nación judía, porque entreveía el peligro que se cernía? Jesús no pretendía romper con la religión de sus antepasados; pero la urgencia de las circunstancias le llevan a proponer un nuevo pacto que salve a la nación judía.

La última Cena y su apresamiento son símbolos de lo que decimos: Jesús está dispuesto a morir si consigue la unión postrera de la nación judía.

Jesús no alcanza la alianza proclamada; muere en la Cruz y la nación judía desoye sus palabras. Jesús fracasa; pero una nueva religión levantará una Iglesia que se extenderá por los confines del Imperio Romano. La victoria sobre el opresor romano y la amargura para la nación judía que sucumbirá en la Gran Revuelta, unos años después.

No negamos la divinidad de Jesús. Sólo que los acontecimientos están encardinados.

 

Print Friendly, PDF & Email