La gripe española de 1918-1919 pudo matar entre un mínimo de 20 millones personas en todo el mundo y un máximo de 100. Este es el verdadero antecedente de lo que es una pandemia. Si no hay rigor científico en las autoridades mundiales sanitarias y los medios de comunicación carecen de rigor informativo, el brote actual de Coronavirus patentiza las relaciones de poder internacionales y la confianza en la globalización.

El mundo ha cambiado enormemente en un siglo. Hay vacunas contra la gripe y se persigue una vacuna contra el novedoso Coronavirus. En la comunidad de epidemiólogos se acepta que la llamada gripe española fue una mutación de una cepa aviar. ¿El origen geográfico? China, como hoy es el foco originario del Coronavirus. Seguir la noticia.

Por lo tanto, China es una amenaza para la comunidad internacional, desde el punto de vista sanitario. Sin embargo, Occidente confió en la potencia asiática para la operativa de la deslocalización de empresas productivas, gracias a costes fijos considerablemente bajos. Las estimaciones actuales aseguran que el impacto económico del brote infeccioso será relevante.

La gripe española de 1918-1919 se propagó por los movimientos militares de la I Guerra Mundial. En 2020, los movimientos comerciales entre Oriente y Occidente, los intercambios de conocimiento y el turismo, son los facilitadores de la propagación del Coronavirus.

Sectores, procesos, mercados se están viendo afectados, de forma acelerada. Recordemos que una crisis económica se cernía sobre las economías occidentales. ¿Se tenía en cuenta este brote para asegurar una ralentización económica global? Los centros de poder manejan la información en otro nivel, que no es compartida con la opinión pública internacional.

En Italia, “Milán cierra escuelas, cines y teatros y Venecia cancela su carnaval por el virus. Comienza el aislamiento de 50.000 personas”. En Francia, no permite la concentración de 5.000 personas en instalaciones cerradas. Berlín cancela la Feria Internacional de Turismo y Ginebra suspende el Salón del Automóvil. España, por el momento, no se plantea cancelar grandes fiestas populares o religiosos, como Las Fallas o la Semana Santa. Nuestra importancia en la UE es muy relativa, porque no parece que el gobierno español haya sido presionado…

China ha cambiado en un siglo; pero algo permanece inalterable en la potencia asiática. Estados Unidos, con una gran vocación por el área de Asia-Pacífico, sólo presenta 68 casos confirmados. Es muy llamativo el dato para un país con 325,7 millones de habitantes (2018).

Carece de utilidad una confianza excesiva en las autoridades sanitarias mundiales. Las informaciones pueden ser contradictorias (mascarillas) y los hospitales son los centros sanitarios idóneos para acudir. Sacudidos, en su momento, por el Ébola, ahora el Coronavirus revela que la sociedad internacional espera un gran acontecimiento, pero no sabe de qué clase.

Una civilización desnaturalizada en Occidente digiere mal una amenaza natural proveniente del lejano Oriente. Un replanteamiento de las relaciones comerciales, a pesar de la guerra comercial auspiciada por la administración Trump, no es concebible. La economía olvida la naturaleza y lo hemos vuelto a comprobar. La gripe española de 1918-1919 fue una auténtica pandemia.

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