Hemos advertido que los regímenes españoles, desde la invasión francesa del siglo XIX, se degradan invariablemente, sin que hayamos acertado ha encontrar una fórmula política válida. La Monarquía constitucional de 1975 no es una excepción, como  Podemos comprobar por la miscelánea 9N que el secesionismo catalán propone, con una urgencia algo extraña, dado que con un ascenso de Podemos al poder, una hipótesis cierta, la independencia de la región catalana encontraría un trato distinto en el estado español.

Podemos es una baza en liza por obra del jefe del partido, Pablo Iglesias. Las cadenas de televisión, en especial la Sexta, han creado el fenómeno Podemos. El dueño del grupo Planeta, José Manuel Lara, ha manejado la figura de Pablo Iglesias, hasta convertirla en un actor político principal, dado la crisis institucional general que presenta el régimen español. El Partido Popular podría seguir el juego, porque perjudica al PSOE; pero las reiteradas apariciones de Pablo Iglesias es una maniobra tosca y pre establecida; un gobierno no puede caer en una trampa tan fácil. Periodistas y otros políticos no ayudan a denunciar el caso Podemos, ante la opinión pública española.

El grupo Planeta, esto es, la oligarquía catalana, ha apostado por el fenómeno Podemos, sabedor que esto facilita el anhelo independentista de la Generalidad catalana. ¿Por qué Artur Mas y el resto de partidos e instituciones secesionistas no tienen paciencia y se limitan a esperar el regalo de la oligarquía catalana, de la mano del Grupo Planeta, negocio editorial y audiovisual. La miscelánea 9N obsesiona por obtener un pasaporte democrático.

El gobierno español no ha frenado el ascenso de Podemos, que ha sido posible por la acción de la oligarquía catalana. ¿Quién maneja los hilos del poder en España?

El nerviosismo en la corte ha quedado patente con el caso de la auxiliar de enfermería infectada de ébola. Mientras, la corrupción destapada en la extinta Caja Madrid, por las tarjetas selectas, debilitada la legitimidad de la Monarquía constitucional, algo que espera aprovechar Podemos y la Generalidad catalana, que necesita, no obstante, la participación popular en una consulta, por la miscelánea 9N.

El mismo grupo Planeta edita el diario La Razón, que defiende la unidad de España. El medio lo dirige Francisco Maruenda, que también comparte tertulia con Pablo Iglesias, en la Sexta televisión. Una vela a Dios y otra al diablo; pero la proyección del líder de Podemos no se correlaciona con la actividad propia de un periodista, también catalán.

El trabajo sucio

La iniciativa, como hemos indicado reiteradamente, corresponde a los nacionalistas catalanes y vascos. La Primavera europea, promovida por Estados Unidos, a partir de Ucrania, debe prender con fuerza en España. Alemania no puede directamente romper la Unión Europea, pero los países mediterráneos pueden hacer el trabajo sucio. ¿Qué sentido tiene la política de austeridad promovida por el gobierno alemán?

La derecha política española, representada en el Partido Popular no puede defender la unidad de España, con la propaganda y la firmeza institucional de la ley constitucional y sus implicaciones. La legitimidad de la Monarquía constitucional recae en los republicanos que, senso estricto, no defienden la unidad de España. Ni el PSOE, ni IU, ni tampoco Podemos.

Tal estado de cosas favorece a los nacionalistas catalanes y vascos. La declaración de independencia es cuestión de tiempo. Y el apoyo internacional aparecerá, pues interesa en Europa y en América.

El gobierno de M. Rajoy intentará convencer a CIU y PNV para que no rompan el pacto constitucional. Lo demostrará el manejo de la corrupción, en particular, el caso de la familia Pujol. Concesiones y dinero y, mientras tanto, se favorece la irrupción de personajes curiosos, como el pequeño Nicolás.

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