El informe anual de libertades cree que el modelo democrático sufre su mayor peligro en 25 años por el autoritarismo y el terrorismo.

 

Esta semana ha aparecido en varios medios de comunicación, el informe anual de Freedom House, donde se reflejan, de forma aproximativa, la realidad cambiante en este principio de siglo y que parece respuesta a un ciclo terminado y otro emergente.

La demagogia estilo XXI, aparece cada vez con mayor capacidad, recogiendo las viejas vestiduras de sistemas obsoletos, dictatoriales y genocidas, como fueron las dictaduras en el siglo XX, algunas de las cuales, con nuevas pinturas, siguen siendo aún lo que fueron.

Y bien lector, tanto tu como yo somos personas que creemos en la Democracia y estamos dispuestos a enmendar sus errores, unos por desgaste y otros por falta de  iniciativa legislativa y social.

Hace unas semanas le lance un escrito al actual presidente del gobierno de España, sobre todo porque aún tiene mayoría parlamentaria y creí que el momento era ideal para iniciar un debate social y político, con un eslogan y una pregunta a la sociedad civil: “¡Como Proteger la democracia y sus valores inalienables”.

Informe de la organización independiente Freedom House 

La respuesta no es sencilla, pero corresponde a nosotros, a cada uno de nosotros, presionar a los poderes públicos para que tomen conciencia presionada, para que lleguen a aacuerdos y planteen para España y la UE las medidas de contingencia, que impidan el acceso a los mecanismos de la democracia como la libertad de asociación, de expresión y de partidos, para con uso torticero, emplearlos para llegar al poder y desencadenar a partir de ese momento un proceso involucionista radical, plagado de algunas bellas promesas, y por debajo, una dictadura.

Todo grupo, institución y/o partido que desee inscribirse como tal y tener acceso a los procesos electorales, deben acreditar su nivel democrático y firmar una serie de condiciones de protección democrática que obligue o en caso posterior sea arma para expulsar a los radicales.

No dudo que cierta carga viral de radicalidad, es bueno de vez en cuando para despertarnos de nuestro conformismo, pero de ahí, a permitir que cualquier salvapatrias expolie nuestras libertades y derechos, dista mucho.

Sobre las libertades habría mucho que hablar y sobre todo sobre derechos fundamentales en las democracias, que son escasos y escasamente potenciados, pero esto se puede solventar.

 

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