La gran manifestación en París, el día 11 de enero del 2015, con líderes políticos europeos y de otras regiones del mundo, otorga nueva transcendencia a los valores republicanos. Mientras la UE siga sin una política común exterior y de defensa, sin planes comunes para el asunto de la inmigración, la convocatoria del gobierno francés está, y no podía ser de otra manera, condicionada por la actitud de Estados Unidos, que envío a París un funcionario de menor rango. Francia no conoce lo que es ser golpeada, en una guerra real, por el terrorismo, como España.

Pese al asesinato de parte del equipo que integraba el semanario “Charlie Hebdo”, que alcanzó a varios policias y, a parte, los ciudadanos muertos, que se encontraban en el Hiper Casher de comida judía, el mantra del choque de civilizaciones, que se ha vuelto a esgrimir ahora, no se sostiene, por la sencilla razón de que en Europa, viven millones de ciudadanos que tienen vínculos con los países de religión musulmana mayoritaria, sin que el choque se concrete en algo sustancial, que condujera a una situación conflictiva: la convivencia malograda. La lucha de clases engulle el maximalismo cultural. El republicanismo francés ha extendido su influencia por Europa, consciente de su incompatibilidad con el cristianismo, que ha dejado un vacío ostensible, que, por supuesto, no es llenado por otras religiosas, como el Islam.

Europa, no nos engañemos, imita a Estados Unidos en acoger ciudadanos de otros países, que fueron colonias de las metrópolis europeas. Europa, que ha tenido por unos días a París como capital del continente, no puede llegar al paradigma de “nación de naciones” que ha esgrimido Estados Unidos, por las autoridades políticas o intelectuales.

Millones de personas de religión o cultura musulmana viven en Europa, porque la Iglesia Católica y las Iglesias protestantes han renunciado al extremismo, una posición común a toda confesión monoteísta, como el Islam, si se trata de salvaguardar el dogma de la contaminación moderna. El Concilio Vaticano II supuso una transformación de la Iglesia Católica, sin precedentes. Como fe, el cristianismo es una religión “muerta” en Europa occidental. La debilidad de la religión es compensada por los valores republicanos, en una sociedad dominada por el comercio, que permite la concepción multiculturalista de la sociedad europea.

El estado del bienestar no hubiese sido posible sin la larga tradición cristiana, condensada en los servicios inherentes al citado estado, algo que caracteriza a los países europeos. Nada queda definitivamente zanjado, y ni la Iglesia Católica ni los “apóstoles del republicanismo” herederos de la Revolución Francesa, reconocen este hecho.

Charlie Hebdo

La Red Volteire nos revela el origen del semanario satírico Charlie Hebdo:

“Oficialmente, el semanario francés Charlie Hebdo fue creado en 1992 por el periodista Philippe Val, los dibujantes Gébé y Cabu y el cantante Renaud. Lo que nunca se dice es que fue financiado en secreto por el entonces presidente de Francia Francois Mitterrand con sumas provenientes de los fondos secretos de la presidencia de la República”.

La Red Voltaire tuvo vínculos con Charlie Hebdo:

“Charlie Hebdo fue administrador de la Red Voltaire, de la que se retiró en 1997 por estar en desacuerdo con la asociación. El semanario satírico militaba entonces por la ilegalización del partido de extrema derecha Frente Nacional (FN) mientras que la Red Voltaire defendía el derecho de asociación del FN pero reclamaba la prohibición de su rama armada, conocida bajo las siglas DPS”.

La libertad de expresión en Occidente es, ante todo un negocio, sancionado por el poder político o económico, que cumple con fines políticos, sociales y culturales… Los supervivientes del semanario Charlie Hebdo necesitan contratar seis dibujantes y anunciaban una tirada de un 1.000.000 de ejemplares. Las reglas sociales son exigentes y sólo la red permite, en la medida de lo posible, hacer gala de la libertad de expresión, por ciudadanos anónimos, que no forman parte del poder, gracias a las redes sociales o blogs. Si los equilibrios actuales permanecen la red conservará su identidad; si el poder lo necesita, cambiará internet. Adiós neutralidad.

Se ha comentado que los dos hermanos, de origen argelino, autores del ataque a la sede del semanario Charlie Hebdo, habían recibo entrenamiento militar en Yemen. La Primavera árabe tiene la suficiente fuerza para reclutar jóvenes europeos, ganados para la causa yihadista, que se han dirigido a Siria, por ejemplo, donde se dirime una guerra civil incierta. ¿No recordamos a las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil española, en 1936?

Por cierto, nuestros jóvenes reciben entrenamiento militar virtual, gracias a los juegos como Call of Duty, Battlefield o FarCry, en consolas Xbox, Playstation o PC.

El Islam llegará a ser una amenaza para Europa, si la enajenación de la religión cristiana fuese completa y el yihadismo triunfase desde Marruecos hasta Malasia o Indonesia. París bien vale una misa.