El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos ha sorprendido a la opinión pública española. Para el gobierno  de Washington esta decisión concita el apoyo popular hispano, que deberá manifestarlo en próximas convocatorias electorales. ¿Cuántos demócratas cubanos y españoles se preguntarán por la fórmula mágica por la que el gobierno castrista de la Habana ha superado problemas, pruebas y crisis, sin entregar el poder? Recordemos la crisis de los misiles de 1962.

Cuba, en la citada crisis, con John F. Kennedy en el cargo de presidente de Estados Unidos, proporcionó el momento más caliente de la Guerra Fría. ¿Esta es la razón, a la postre, de la salvaguarda del régimen castrista? Sabemos que no, porque la caída del bloque soviético no arrastró al gobierno de la isla caribeña, siempre candidata a convertirse en un nuevo Puerto Rico.

El conflicto entre Cuba y Estados Unidos tiene un plano dominado por los partidos políticos norteamericanos, republicano y demócrata, como por los disidentes cubanos, que escogieron Florida como lugar de acogida. Así se fijan las leyes restrictivas norteamericanas. No tiene sentido la larga permanencia de la familia Castro en el poder, una vez que la Guerra Fría desapareció. Las consecuencias de este período pueden extenderse por años; sin embargo, Cuba no ha renunciado a su labor propagandística y revolucionaria, como lo prueba el régimen venezolano bolivariano.

Hay una razón de Estado que permanece oculta, pero que revela la maestría de Estados Unidos, a lo largo del siglo XX. De igual modo y de forma indirecta, esta razón demuestra la impostura de la Guerra Fría: USA ha utilizado la ideología comunista en su provecho; Cuba lo prueba. La Rusia soviética hizo el mayor esfuerzo para derrotar al régimen alemán nazi, en la II Guerra Mundial; China tiene como padrino a Estados Unidos, desde el viaje del secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger a China; la ideología comunista o similar ha prendido con fuerza en Hispanoamérica, con la complacencia de Estados Unidos: sandinistas o bolivarianos, la izquierda de Salvador Allende, en Chile.

Habanos y ron

Cuba ha sido el peón del poder norteamericano para extender la influencia de las Iglesias cristianas protestantes en el continente americano. “Actualmente las comunidades protestantes han ido ganando terreno frente al catolicismo en América Latina en general, ampliando su penetración en diversos países, en especial en Centroamérica” (Wikipedia: Protestantismo). La expansión protestante comenzó en el siglo XIX.

Estados Unidos, ya con Cuba, Nicaragua, Venezuela… no puede reproducir el teatro bélico que mantiene en Oriente Medio o que mantuvo en el sudeste asiático con Vietnam. La pax americana prefiere utilizar la religión como medio de penetración. Cuba, como foco de expansión revolucionaria en Hispanoamérica, ha permitido que el consuelo protestante repare zonas azotadas por el conflicto ideológico y de clases. Comunismo( más bien lucha de clases) en fase temprana; después, los misioneros  de los principales grupos protestantes.

Tras la II Guerra Mundial el desarrollo de las sociedades occidentales fue espectacular, hasta convertirse en sociedades de consumo, con una opinión pública vigilante, por la acción de los mass-media y un movimiento activista muy fuerte en Estados Unidos.

Es cierto que las intervenciones militares de Estados Unidos son reiterativas en Hispanoamérica, en el siglo XIX; en la guerra con México (1846-1848), Estados Unidos se anexionó la mitad del territorio mexicano. No olvidemos la propia independencia cubana, con intervención de Estados Unidos, en 1898; la base de Guantánamo es de esta época, una concesión a Estados Unidos de Norteamérica.

Comercio, guerra y religión son los tres poderes de un Estado. Sirven a único propósito: extender y conservar el poder en el mundo de Estados Unidos. El gran país norteamericano intervino en la I Guerra Mundial, en los últimos años del conflicto bélico y llegó para aportar un millón de soldados. Seis millones de soldados norteamericanos lucharían en la II Guerra Mundial.

La Guerra Fría ha liquidado las grandes contiendas militares. En su lugar, guerras localizadas, guerrillas, movimientos libertadores, terrorismo…Cuba conoció el movimiento guerrillero castrista, del que ya no se puede arrepentir. La violencia es recurrente en América, como el consumo de drogas, México lindo, y la pasión religiosa protestante.

“La fuerza laboral activa está compuesta por 4,82 millones de personas, con una baja tasa de desempleo (1,9%); el 78% de esta fuerza laboral trabaja para el Estado, que controla los medios de producción nacionales.

La balanza económica es deficitaria, ya que las exportaciones alcanzan los 2.956 millones de dólares; mientras que las importaciones ascienden a 9.510 millones de dólares.

La deuda externa asciende a 16.620 millones en moneda convertible, más 32.200 millones a Rusia, aunque en diciembre de 2013 condonó el 90% de esa deuda de la época soviética, quedando pendientes 3.200 millones.

Las principales industrias son: turismo, azúcar, petróleo, tabaco, construcción, níquel, acero, cemento, maquinaria agrícola, industria farmacéutica. Entre las producciones agrícolas destacan: caña de azúcar, tabaco, cítricos, café, arroz, papas, frijoles. También es importante la producción ganadera”.

Estados Unidos puede ser una ficción territorial y Cuba está tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos, como México. El mundo hispano es el gran rival, incluida España, de Estados Unidos de Norteamérica. El gobierno de M. Rajoy lo sabe, desde el
11-M y el magnicidio del presidente Almirante Carrero Blanco. No somos un aliado preferente; pertenecemos a la OTAN y a la UE. ¿La religión media o prepara los conflictos? Y la Oda a Roosevelt del inmortal Rubén Darío.

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