Fruto de la herencia de 2021, Rusia 2022 es la sexta mayor economía, a nivel global, y a tenor del concepto de paridad de poder adquisitivo -con el tipo de cambio conveniente, los consumidores tendrán el mismo poder adquisitivo- y comparable a Alemania. Según los medios oficiales de la Federación Rusa, el sector de los servicios representa el 59% del PIB, mientras la industria alcanza el 39,6% del PIB; por último, la agricultura aporta a la economía de la Federación Rusa el 4,5%. Rusia es una gran potencia energética -petróleo, gas y metales preciosos-.

La deuda pública de Rusia en 2020 fue de 249.298 millones de euros, el 19,28% del PIB. Las cifras económicas, las declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin y del canciller ruso Serguéi Lavrov, el contingente de tropas rusas próximas a la frontera oriental de Ucrania; no estamos seguros de que Rusia ejecute un ambicioso plan de invasión de Ucrania, toda vez que ha sido el bloque anglosajón -Estados Unidos y Gran Bretaña- el que ha dramatizado la situación y ha ganado, por el momento, en el plano de la guerra psicológica.

La NATO y la Unión Europea se superponen; 21 países europeos pertenecen a la organización militar y a la super estructura europea. Rusia 2022 está inquieta, porque la extensión de la Nato cuenta con los países del este de Europa, como Polonia y Rumanía; la conquista pacífica, la seducción política y la ayuda militar, acercan a Ucrania a la esfera occidental, bajo la tutela anglosajona y la aquiescencia europea. La Guerra Fría no convenció al bloque anglosajón.

La amenaza rusa se extiende a las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania). Según la revista Defensa, y con datos oficiosos, Rusia 2022 cuenta con un poder militar que multiplica por cuatro la capacidad militar de Ucrania. La disuasión de la Federación Rusa se encuentra en la potencia nuclear. Militarmente, desconocemos si Rusia se ha recompuesto, tras el desastre de la invasión de Afganistán y la implosión de la Unión Soviética; la intervención en la guerra de Siria, ha permitido subir el prestigio del armamento ruso.

Rusia 2022 como Estados Unidos siguen bajo la imperiosa realidad de la pandemia del COVID-19. Según Datos macro, que ofrece la publicación económica española Expansión, Rusia 2022 contabiliza 11.217.423 personas contagiadas, a día 27 de enero de 2022. Según los datos que reporta Reuters, Estados Unidos es el líder mundial en el número medio de nuevas muertes causadas por la citada pandemia.

Rusia no es una democracia sensu estricto, bajo los parámetros occidentales. Sin embargo, Estados Unidos no se ha recuperado del Asalto al Capitolio, llevado a cabo el 6 de enero de 2021 y por “seguidores” del ex presidente Donald Trump, que, por su parte, había denunciado múltiples irregularidades en el proceso electoral norteamericano. Estados Unidos precisa devolver al mundo una imagen sólida y fuerte, y la crisis en Ucrania es una oportunidad que el destino de las relaciones internacionales depara de vez en cuando.

Europa, por su parte, no quiere una nueva guerra en suelo europeo. Ucrania conoce la guerra en la región del Donbás, desde el 2014, enfrentando la acción de las milicias prorrusas, apoyadas por Moscú. En ese mismo año, Rusia se anexionó la península de Crimea, un bastión para la Armada Rusa. Con estos antecedentes, los temores de los europeos se disparan. Pero como hemos indicado antes, Rusia 2022 no está en condiciones de apostar por una campaña exitosa en Ucrania, porque ya no cuenta con el aparato propagandístico de la era soviética.

La guerra moderna necesita los medios de comunicación, en la retaguardia. Rusia 2022 no presenta unos medios de información comparables con los occidentales. Rusia Today es una publicación digital y un canal de TV. Claramente insuficiente para dirigir una campaña militar exitosa en la actualidad. Esperaremos hasta mediados de Febrero para comprobar si las advertencias norteamericanas y europeas han contenido a Rusia 2022.

 

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