El régimen del 75 nos da nuevas lecciones para crédulos y escépticos. La sesión de investidura fallida demostró que los partidos del bipartidismo (PP y PSOE) cumplen con la etiqueta de la Transición.

El PSOE, el partido que mejor encarna el espíritu y la letra del régimen del 75, no podía formar un gobierno con trazas de frente popular. La sesión de investidura fallida ha sido, en parte, una impostura, porque no había posibilidad de un gran pacto de izquierdas.

El régimen del 75 mantiene las apariencias y el Partido Socialista insistirá en la abstención de los Partidos Popular y Ciudadanos en una segunda votación para elegir presidente del gobierno. En efecto, el Partido Popular, como ya demostró el mandato de M. Rajoy, es uno de los pilares del bipartidismo. Está en lo cierto el Partido Socialista en pedir la abstención de los Populares.

Esto significa que el régimen del 75 se basa en un bipartidismo meramente formal. Tanto el PSOE como el Partido Popular han cedido mucho poder a los partidos nacionalistas, en Cataluña y Comunidad vasca. En Madrid se defiende la Carta Magna de 1978, mientras se traiciona en las regiones conflictivas, dada la eficacia de las formaciones integristas periféricas.

Parece que no acaba de entender esto la ciudadanía española, muy desorientada por la propaganda y agitación de los medios de comunicación. Los estilos directos de Vox y Unidas-Podemos podrían despertar a un pueblo dormido en los cantos de sirena del régimen del 75.

Sin embargo, ¿Por qué ha caído en la trampa política Unidas-Podemos? Si el líder, Pablo Iglesias, persigue la brillantez retórica, descuida los verdaderos manejos de partidos como el socialista. Y parece que no aprende dicho líder de que la conspiración republicana se defiende en las comunidades que permanecen en constante reivindicación política.

La sesión de investidura fallida nos ha mostrado la contradicción esencial del PSOE. En Madrid, este partido debe defender el bipartidismo y la Constitución vigente; mientras es el partido que conduce la conspiración republicana en regiones como Valencia, Islas Baleares o Navarra. Esto es, las regiones que aspiran anexionar para sus proyectos los nacionalistas vasco y catalán.

Mientras tanto, la Comunidad de Madrid imita los comportamientos de la política nacional. También se ha dado la sesión de investidura fallida. Ciudadanos quiere repetir la fórmula bipartidista en Madrid. Vox quiere forzar la mano al bipartidismo, con sentido y sin la suficiente fuerza en el parlamento autonómico.

¿Por qué los políticos se conducen ignorando las contradicciones del régimen del 75? Y hemos tenido una oportunidad inmejorable para reconocerlo en la sesión de investidura fallida del día 26 de julio de 2019.

Print Friendly, PDF & Email