Los países europeos, americanos y asiáticos compiten en todo momento y la pandemia Covid-19 no es una excepción. Se ponen a prueba los sistemas políticos, sanitarios en este caso, las comunicaciones y sistemas de información. El score lo definen el nº de infectados, activos y fallecidos. Hacía tiempo que los Estados no enfrentaban una amenaza que pone en cuestión los recursos y la actividad de la población. Parece que China lleva ventaja; el primer país en enfrentar la pandemia. Estamos ante un escenario relativo, con sistemas políticos diferentes y sistemas sanitarios distintos.

En un post anterior ya avisamos que, para este blog, la revolución digital precisa de una extinción masiva de la especie humana. Una completa introducción de agenda digital no sería viable en el actual estado de cosas. Infinidad de interferencias. La pandemia de Covid-19 puede ser vista como un experimento, desde el punto de vista estratégico, que evalúa la vulnerabilidad de nuestra especie y proyecta las soluciones digitales que reemplazarían a las personas en múltiples facetas personales y profesionales.

Es secundaria la naturaleza última de este virus. O la naturaleza elige o el hombre corrige. Mientras la globalización se encuentra en un momento dificultoso, por el mandato del presidente de Estados Unidos, Covid-19 no tiene la virulencia de otros coronavirus como SARS y MERS. Una comparación entre estos agentes lo encontramos… sigue la noticia.

El epicentro de la pandemia actual es el continente europeo. Principalmente Italia y España, dos países con una población envejecida. “Un 19,7% de la población supera actualmente los 65 años, lo que en conjunto supone un quinto de la población total de EU-28 (2018).” (datos de Eurostat que recoge el Departamento de Salud vasco). En España, en concreto, 4.732.400 personas viven solas (Europa Press 2018). Precisamente, el Covid-19 se ceba con las personas mayores, que con facilidad presentan diferentes patologías crónicas por la edad.

Italia y España, con sistemas políticos convulsos, prueban severas restricciones para las personas, se paraliza el comercio minorista y se pone a prueba la logística sanitaria y alimentaria y otros usos. No emerge la Comisión Europea como la institución líder que conduce la situación para beneficio de los ciudadanos europeos. Los gobiernos italiano y español respiran, porque allanan éstos la oposición constante de partidos y territorios rebeldes. No se vulneran las constituciones respectivas y se aplaza la realidad anárquica que proyectan.

Competiciones deportivas paralizadas; el comercio global seriamente amenazado. La Semana Santa española suspendida. Aunque los templos permanezcan, por el momento, abiertos, la fe nos protege delante de la televisión. Personal Jesús es la propuesta para los creyentes confinados en sus domicilios y que no participarán en procesiones que pidieran por la intersección de Dios.

El poder principal para los Estados es la guerra. El comercio y la religión/cultura postergados en situaciones límite. Llama poderosamente la atención lo que publica “il Manifesto” italiano (inteligencia comunista) sobre las maniobras previstas en Europa para esta primavera, Defender Europe 20, a cargo de la OTAN. Llegarán tropas de Estados Unidos, unos 20.000 soldados, que se unirán a las fuerzas norteamericanas acuarteladas en Europa (10.000 efectivos). Contarán con el apoyo de 7.000 procedentes de 17 países miembros y socios de la OTAN.

“La primera unidad blindada llegó del puerto de Savannah en los Estados Unidos al de Bremerhaven en Alemania. En total, 20,000 piezas de equipo militar llegan de los EE. UU. A 6 puertos europeos (en Bélgica, Holanda, Alemania, Letonia, Estonia). Se suministran otras 13,000 piezas de los depósitos previamente posicionados por el Ejército de EE. UU. Europa, principalmente en Alemania, Holanda y Bélgica.” Il Manifesto informa.

Son las mayores maniobras de los últimos 25 años. Para algunas fuentes estamos ante una situación pre-bélica. Sin embargo, Europa está amenazada por una pandemia que, por el momento no frena los planes militares de la OTAN, liderados por el bloque anglosajón. La inteligencia comunista entiende de la rivalidad de bloques. Manlio Dinucci, autor del artículo asevara: “En tal situación, ¿qué hacen la UE y las autoridades nacionales, qué hace la Organización Mundial de la Salud?”

Ya hemos avisado de que podríamos dudar de muchas cosas. Tampoco es una excepción la pandemia COVID-19.