Nuestra Monarquía parlamentaria mantiene con indudable fuerza las apariencias democráticas que el Régimen necesita, por lo que la verdadera prioridad, pese a la aguda crisis económica, es conservar el orden político, de lo que se encarga el Partido Socialista, todavía en el gobierno, con los partidos nacionalistas, cuya ambición va más allá.
Para el Régimen, el Partido Socialista es el poder fáctico principal, conocedor de las tramas obscuras; cuenta el PSOE con unos «sindicatos de clase» sometidos, para manipular el mercado laboral, ahora que el desempleo divide a los trabajadores españoles. El Partido Socialista concita la inteligencia de la izquierda española con los partidos sediciosos, siempre reinvidicativos, para preservar la organización administrativa del estado, que frena, en seco, cualquier regeneración del Régimen.
El poder económico, cómplice con el Régimen, desde la coronación de Juan Carlos I, juega una baza política equívoca con el paro tan elevado que no ha evitado; además, guarda una relación muy débil, en el plano electoral, con la derecha política, que ya se doblegó desde el comienzo de la Transición.
El despotismo que es propio de los ambientes políticos estatales y autonómicos, alcanza a las organizaciones empresariales, presas hoy de tantos desarreglos, que han salido a relucir, en las actuales circunstancias, a partir del clima laboral vigente, tan afectado de los modos de gestión empresarial provenientes de Estados Unidos.
En el país norteamericano, el delirio de la Gran Juerga confrontado con la Guerra Fría impuesta en Vietnam, provocó que la clase gerencial o Corporate Class revirtiera el sentido de la lucha de clases, a través de la revolución neoliberal que alumbró, a la postre, la Globalización.
Tantas transformaciones para enriquecerse, de forma desigual, que han desembocado en la honda crisis que muestra la otra cara de la moneda: la vulgarización de todos los órdenes de la vida, el retrato fidedigno de una civilización, la occidental, en decadencia.
Ante las trampas y peligros que la crisis económica y financiera internacional suscita, el Estado español dispone de un aparato de propaganda eficaz, gracias a la colaboración de los grandes medios de comunicación. Estados Unidos seguirá siendo el modelo a imitar, en vez de Europa. Amplios sectores de la sociedad española parecen resignados, porque se reconocen en la picaresca; una moral genuinamente española, con la que el pueblo se protege de las formas sibilinas de opresión, sin rechazarla.
El Régimen, en manos del Partido Socialista, y el poder económico, en su relativa independencia, desprecian y humillan como deben al pueblo español, que cumple como en anteriores ocasiones, con dignidad y altura de miras.
Condiciones de vida desaparecidas, de súbito; circunstancias muy adversas para ciudadanos que la opinión pública desconoce; la arbitrariedad de la mano de estamentos estatales o privados, ante un movimiento cíclico del estado del bienestar. Unas cuantas vueltas de tuerca para que el extrañamiento sea reconocible como el atributo propio de este Régimen, que no depende de una sola persona, pero que se recubre con las apariencias democráticas que clases, castas e individuos proporcionan.
Hola blogueros,
acabamos asistir al penúltimo acto del tan mal llamado proceso de renovación democratico o alternancia en el status-quo: el debate a dos; desde que la economia se liberalizo con el capitalismo y funciona con entidad propia, no siendo controlada por los aparatos del estado, la globalización es el motor de los cambios socio-políticos y la economia, la protagonista de disrupciones y anomalias sistémicas como las crisis y recesiones.
Producto ha sido el debate a dos, una fórmula cinematogrñafica y mediática de poner en escena una farsa continuada, bien pactada por ambos y sin conclusiones para la sociedad civil, que tuvo como refetente la economia y ciertos guiños hacia un problema global más que local por parte de quienes son más Keynesianos y trasnochados, liderados por su adalid Rubalcaba.
El gallego Rajoy, liberal, usa como haría Hayek el liberalismo capitalista y sus reglas de juego globalizado, como la unica estrategia posible para reordenar elmapa económico y financiero de nuestro «gran pais» (en palabras de los candidatos, somos un gran pais).
Sin embargo, echanos de menos debates más amplios y mayor participación socila en la redacción de los programas partidistas y conductas del estado; claro que esto dejaría al regimen sin armas para el control social y el enriquecimiento de clases dirigentes.
Que triste panorama, pero, quien lo cambiara….
Una vez más se nos escatima un atisbo de regeneración democrática
La regeneración democrática requiere de valentía y arrojo por parte de todas las Instituciones y pasa por un gran pacto de todos los partidos del arco parlamentario.
No solo es necesaria una regeneración de,ocrática sino también una autentica regeneraciñon moral y eso es labor de todos de la hoy llamada sociedad civil.
Solo así conseguremso qeu España sea de verdad una gran Nación porqeu los paises y las naciones las hacemos los que en ellas vivimos.
Es pues responsabilidad de todos y no vale escudarse en los pollícos,
El día 20 de noviembre tenemos la oportunidad de poner las bases de ese cambio y esa regeneración tan necesaria. Somos la sociedad civil la que tenemos que empujar a las personas que nos representan a que construyamos esa gran Nacion que fue y siempre será nuestra España.
Ya sea por unos o por otros, parace que la dormida sociedad Española, ha abierto un ojo y quizá y solo quizá empiece a despertarse.
En nuestra joven democracia, el partido socialista ha ejercido un ferreo control antidemocratizador, que me hace dudar de las posibilidades de cambio, a menos que se produzcan fuertes movimientos civiles o una situación de bancarota financiero.económica.