Fecha prevista del plebiscito separatista catalán, promovido por la Generalidad de Cataluña y la pasividad del Estado español. 1-O es una muestra del empeño separatista. Pero debemos tener claro que no existe secesión catalana desligada del gran proyecto de países catalanes. Cataluña no aspira a una independencia como Croacia u otra república balcánica.

Recientemente, el periodista Federico Quevedo, en una de sus habituales colaboraciones con El Confidencial, nos recordó que la Generalidad catalana no ha formalizado ninguna de las instituciones propias de un Estado soberano.

“Es más, de hecho, ni siquiera se ha avanzado en ninguno de los cinco puntos en los que se comprometió a avanzar para llegar a la desconexión. No hay Seguridad Social catalana, no hay Hacienda catalana, no hay Banco Central de Cataluña, no hay un Consejo Fiscal catalán, ni hay una aduana catalana.” Asevera Federico Quevedo.

Volvemos a insistir que la secesión catalana es insostenible sin el objetivo de los países catalanes. Un sueño medieval que los tiempos actuales revive para el deleite de los líderes políticos catalanes. 1-O es el paradigma.

Precisamente, Esquerra Republicana se convierte en el actor principal del affaire separatista, como en la II República española, pues la Generalidad catalana declaró formalmente la independencia en 1934, de la mano de Esquerra Republicana. Fracasó entonces y, de nuevo, el mismo partido se sitúa en la vanguardia secesionista.

Los partidos españoles que reclaman la oportunidad del plebiscito parecen desconocer cuál es el verdadero propósito de los partidos secesionistas catalanes. En efecto, no debe celebrarse ningún referendo en pos de la independencia, porque no se soluciona ningún problema, sino que se daría el espaldarazo al gran proyecto de los países catalanes, caso de obtener un resultado positivo.

Con todo, la política catalana reproduce la debilidad y confusión de la política española. Es una buena noticia, que el fondo secesionista catalán es el desorden español, que arrastramos desde la invasión napoleónica. 1-O es una fecha caprichosa.

Ya sabemos que el gobierno español no disfruta de credibilidad ante la secesión catalana. No reconoce públicamente que el proyecto de países catalanes encuentra eco en los gobiernos valenciano y balear, porque las formaciones izquierdistas son pro catalanistas. Por eso, la Generalidad catalana se lanza…sin freno y subvenciona la propaganda secesionista en medios de comunicación.

No debemos ante todo esto estar tranquilos en absoluto. Como hemos indicado, el desorden es propio de la política española y, por ende, de la política catalana. El disparate es consecuencia de la Transición y de la propia Constitución. Nadie lo reconoce.

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