Celebrada la última Diada con la afluencia ya prevista; las reacciones habituales del gobierno y del resto de los partidos políticos en liza. Es la perfecta representación de la “Conjura de los necios”. La ignorancia y la banalidad en los medios de comunicación de masas, que practican una neutralidad constitucional y el pueblo español catalán que, aparentemente, decidirá el destino de Cataluña y España en los comicios regionales catalanes del 27 de septiembre en curso. Por supuesto, duele España, que repite errores pasados.

¿Cuáles son las razones de la inacción del Estado español ante la secesión catalana, una forma de complicidad harto evidente?

Si recordamos que el ex presidente Aznar (1996-2004) dijo en cierta ocasión que hablaba el catalán en la intimidad; tanto el Partido Popular como el Partido Socialista, ante la necesidad, han gobernado con el apoyo de CIU, coalición ya disuelta. Los partidos nacionales profesan una admiración profunda y no declarada de los movimientos secesionistas vasco y catalán, por la naturaleza autoritaria y no liberal de PNV, ERC, Bildu, Convergencia, etc. ETA ha sido una pieza imprescindible de la transición democrática y el Estado español ha protegido a las regiones ricas, Comunidad Vasca y Cataluña, que han burlado el estado de derecho reiteradamente y ahora nos damos cuenta de ello. Inevitablemente, duele España.

En un contexto general dominado por el comercio, tal y como dicta la globalización, España protege sus intereses turísticos ( más de 60 millones de llegadas, en 2013), por lo que no se puede permitir ninguna demostración de fuerza para frenar el secesionismo catalán. Los turistas huyen como los inversores, con celeridad y discreción. Sin embargo, la citada globalización encierra contradicciones, como demuestra el secesionismo catalán, el caso escocés, Ucrania…la fuerza del comercio internacional no frena las ansías de los movimientos secesionistas que amenazan la unidad de países centenarios, como España.

Las Elecciones Generales españolas se celebrarán poco después de los comicios catalanes. Predomina la actitud partidista ante los retos políticos. Sólo hay una excepción, que corre a cargo de Podemos, que plantea un proceso constituyente nuevo, una iniciativa que podría frenar el secesionismo catalán, de forma indirecta. Ningún partido ha manifestado algo parecido; pero J. Luís Rodríguez Zapatero, ex presidente del gobierno español (2004-2011) mantuvo una reunión, a comienzos de este año, con los dirigentes de Podemos y trataron el asunto de un proceso constituyente para España. El señor Zapatero evitó secundar la propuesta de Podemos; pero el Partido Socialista apostaría por una reforma que acabaría, es una posibilidad, con el régimen actual.

Ya hemos adelantado, para nuestra congoja, que los regímenes españoles se degradan; hay que cerrar el ciclo político que se abrió en 1975. La legalidad encubre la ilegalidad, esto es el secesionismo catalán y la respuesta institucional del Estado español. Posiblemente, Podemos no encuentre ningún apoyo a su propuesta. El votante español tendrá ante sí unas elecciones vitales, por la incompetencia de los grandes partidos y es muy dudoso que el Estado español aplique el artículo 155 de la Constitución. Nos duele España.

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