La Iglesia Católica niega sus vínculos con el régimen del General Franco, un dictador romano, que es actualidad por el plan del gobierno español para exhumar su cadáver.

¿La Iglesia católica niega que ya traicionó al régimen de Franco? Tras el Concilio Vaticano II, La Iglesia Católica da un giro espectacular que explica su desafección hacia el régimen del General Franco.

Nuevamente, la Iglesia niega como San Pedro negaba. El Estado Vaticano, tras el citado Concilio, que abre S. S. Juan XXIII y lo cierra S. S. Pablo VI, sólo pretende una cosa; que los restos del cristianismo en Europa no permitan justificar un nuevo ataque a los judíos; ya que estamos entre estados, El Estado Vaticano sella la paz con Israel.

Vueltos a España, la Iglesia Católica fue un actor destacado en la transición política que se refrendó con una Monarquía parlamentaria. Hay que reconocer una capacidad adivinatoria en la Iglesia Católica, sin lugar a dudas; que el régimen de 1975 terminaría con una nueva ofensiva republicana en pos de la Tercera República española es algo adelantado por la Iglesia Católica.

La Guerra Civil española fue una guerra de religión en gran medida; el republicanismo actual tiene una carga visible de anticatolicismo, como se puede apreciar con el asunto de la exhumación de los restos del General Franco, un dictador romano. La Iglesia niega y traiciona otra vez a Franco para proteger la Monarquía de los Borbones. Sin una Iglesia militante, combativa, el bando republicano carece del enemigo perfecto.

No obstante, la nueva Iglesia Católica corre el riego de perder más católicos si cabe. Recordemos que la Gran Guerra supuso la liquidación del paradigma cristiano en Europa. En el reciente acto de conmemoración del armisticio de la I Guerra Mundial, en París, no había ningún representante religioso y si el primer ministro de Israel.

La perspectiva que hemos ofrecido sobre el Concilio Vaticano II puede parecer novedosa y no lo pretendemos. Pero que la creación del Estado de Israel en 1948 ha supuesto una involución en no pocos aspectos. Se puede comprobar con la Iglesia Católica en Europa.

Por lo tanto, en España la Iglesia Católica niega su pasado como tiene confianza en el futuro de otros continentes. Es evidente que la Iglesia Católica tiene vínculos con el Estado español, con algún partido político como el Partido Popular y, además, ha perdido su autoridad ante el clero vasco y catalán nacionalista.

Es cierto que hasta el momento sólo nos hemos referido a cuestiones políticas. ¿Acaso la religión cristiana, la Iglesia Católica, no muestra más que materia política? Desgraciadamente, los hechos refrendan esta explicación.

No destacamos ninguna figura religiosa, aunque abunden los santos entre los últimos Papas, que han ocupado la silla de San Pedro. La propia existencia del Estado Vaticano es una aprueba de la secularización de la Iglesia. Esto no impide que en el alto clero haya personajes extraordinariamente preparados para los asuntos de Estado.

La maniobra política en España para abortar el empuje republicano es una pieza política de primer orden. Y la Iglesia Católica niega…

Print Friendly, PDF & Email