Hoy se celebran primarias en el Partido Popular, uno de los dos grandes partidos que representan la democracia occidental. Por los acontecimientos del mes de junio y anteriores, la candidata predilecta debería ser Soraya Sáenz de Santamaría, ex vicepresidenta del gobierno del ex presidente Rajoy, desde 2011.

Cuando se ha tenido tanto poder no se puede aspirar a otra cosa que ha conseguir la presidencia del Partido Popular. La votación entre militantes, que se celebra hoy, no es definitiva, sino que los compromisarios tendrán la última palabra en el Congreso de dicho partido, a finales de este mes (días 20 y 21).

Ahora entendemos la operación de liquidación política de la señora Cifuentes. El gobierno del Partido Popular conocía la celebración de una moción de censura y el traspaso de poder entre el Partido Popular y el Partido Socialista. Rajoy conocía su dimisión y, por lo tanto, había que eliminar candidatos peligrosos, como la señora Cristina Cifuentes.

Los mensajes de los distintos candidatos, desde el ex ministro Margallo o Pablo Casado, tienen suficiente ingenuidad para confundir a los militantes. Por esa razón, las invocaciones a la unidad se repiten, más en un día como hoy, en las primarias del Partido Popular.

Incluso la retirada del presidente gallego, Alberto N. Feijóo, forma parte del plan original que sólo apunta a que la ex vicepresidenta del gobierno de Rajoy sea la elegida para presidir el partido de centro-derecha. Este hecho es suficientemente determinante para que los distintos candidatos hubieran arrojado la toalla. Pero se deben al partido, ante todo.

La apuesta de Rajoy no deja libre el campo para elegir sucesor. Hay que reconocer que la dimisión del señor Rajoy ha sido celebrada por otros políticos del hemiciclo parlamentario. No obstante, no podemos ser tan incautos y creernos un juego limpio en la elección del sucesor de Rajoy en el Partido Popular.

Ya hemos advertido de que llegaban señales republicanas desde el gobierno del Partido Popular. Por supuesto, que esta cuestión no ha sido tenida en cuenta por los candidatos en las primarias populares. La cuestión catalana ha revelado actitudes que debilitan el bloque constitucional; Ciudadanos debe saber que no existe bloque constitucional; el Partido Socialista es republicano, a carta cabal.

Hay fuentes que apuntan que el partido Podemos fue creado por la agencia de inteligencia CNI, que era competencia de la ex vicepresidenta del gobierno popular. ¿Había alguna necesidad para lanzar esta formación izquierdista?

La conspiración republicana que está en marcha y de la que no es ajeno el Partido Popular. Las primarias en el Partido Popular no denunciarán este hecho cierto.

El gobierno del Partido Popular ha defendido en sus años de gobierno las bases del régimen del 75: la compensación al bando republicano. No hemos visto, a pesar de todo, el desenlace de este drama histórico.

Siempre hemos considerado que los partidos políticos son cuerpos extraños al Estado. Hay que reconocer que son los altos funcionarios el alma mater de los partidos.  No puede haber condenas por corrupción entre los citados altos funcionarios que militan en partidos.

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