Nos acercamos inexorablemente al primer año del mandato de Donald Trump y la política interior de Estados Unidos es el foco principal. La personalidad del presidente, un magnate de los ochenta y parte de los noventa, del siglo pasado. Continua la tormenta en Washington. Si, por ejemplo, buscamos un resumen del año, la política interior lo ocupa todo.

Y lo cierto es que hay un vacío de poder en Estados Unidos desde el asesinato de John F. Kennedy. Luchas de poder internas, un hombre que no procede del mundo de la política se hace con la presidencia y la sombra de la Guerra fría que reaparece en la campaña electoral que encumbró a Donald Trump con el asunto de la injerencia rusa.

La presidencia de Estados Unidos actual nos tememos que pondrá a prueba la tesis del Profesor Peter Dale Scott sobre la existencia de un Estado profundo que maneja la política norteamericana, con independencia de los procesos electorales. Aparentemente, Trump no se detendría ante ningún poder oculto dentro del aparato estatal estadounidense. El primer año del mandato de Donald Trump no es concluyente en este sentido.

Posiblemente, con un año tenemos suficiente para comprender que los éxitos mayores pueden estar en la política exterior de Estados Unidos, dado que la influencia, las alianzas y la extensión del poderío militar norteamericano alcanza el globo terráqueo.

Si esto fuera así, Donald Trump no sería un presidente distinto de los que le han precedido. Estados Unidos es un vasto país, con una democracia liberal que asegura el sistema político. La economía más poderosa del mundo y la influencia política, cultural, económica y militar no ha sufrido menoscabo, a pesar del primer año del mandato de Donald Trump.

Lo más destacado de la política exterior de Estados Unidos es el compromiso que arrancó de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos y de otros países islámicos presentes en la cumbre de Riad, el pasado 21 de mayo. No más financiación a grupos yihadistas y ruptura con los Hermanos Musulmanes. Qatar no aceptó estas nuevas exigencias de Estados Unidos y sufre un bloqueo total por parte de los mencionados países musulmanes apoyados por Egipto y Bahréin.

El hombre clave de la política exterior de Estados Unidos en Oriente Medio es Jared Kushner, consejero especial del presidente Donald Trump. Jared Kushner es el yerno de Donald Trump y profesa la religión judía. El movimiento que ha ejecutado Estados Unidos parece, ante todo táctico, porque pretender cortar los lazos de los estados wahabitas con el movimiento yihadista no parece realista. Posiblemente se acerca el final de la guerra en Siria y se quiere adelantar posiciones para que la situación post bélica sea más clara.

Como prosigue la guerra civil en Yemen, la coalición de países sunitas liderados por Arabia Saudí podrá seguir con su apoyo al gobierno de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, con la participación de los rebeldes del sur encontra de las fuerzas hutíes partidarias del ex-presidente Ali Abdullah Saleh y apoyadas por Irán. Estamos ante uno de los hechos radicales de Oriente Medio: la pugna entre el Islam sunita y el Islam Chiita.

Las cosas no se detuvieron con la cumbre de Riad. Posteriormente, el príncipe saudí Mohamed Ben Salman llevó a cabo una purga en palacio, con el apoyo expreso de Estados Unidos. De nuevo, la figura de Jared Kushner emergió con fuerza en los acontecimientos que tuvieron lugar en Arabia Saudí, en noviembre pasado. Incluso Estados Unidos sorprendió al mundo anunciando que trasladaría su embajada a Jerusalem.

Es cierto que cada nuevo presidente de Estados Unidos intenta arreglar Oriente Medio. La apuesta por cerrar la financiación de grupos yihadistas es muy arriesgada y habrá que comprobar como se cumple. Recordemos un post anterior, Diana de Gales, y la aportación del intelectual francés Michel Vernoche sobre la situación real de Oriente Medio. La figura de Jared Kusnher, que está casado con Ivanka Trump, revalida la alianza de Estados Unidos con el Sionismo y llena de incertidumbres la otra alianza estadounidense con las monarquías wahabitas, al primer año del mandato de Donald Trump.

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