Nuestra réplica a Los Treinta Tiranos escrita por Lee Smith en Tablet. Para el escritor norteamericano la democracia liberal norteamericana (EE.UU.) se asemeja a la democracia ateniense del siglo V- AC. La oligarquía ateniense pacta con la aristocracia militar de Esparta; entonces, surge el gobierno conocido como los Treinta Tiranos. Tras la caída del bloque soviético, la revolución capitalista principia con los años noventa y enfrenta el siglo XXI con el ascenso de China.

El Establishment norteamericano (EE.UU.) ha pactado con El Partido Comunista Chino. Para Lee Smith el paralelismo entre la democracia ateniense y la democracia norteamericana es evidente. El mandato del presidente republicano Trump ha reforzado la conciencia de esta clase dirigente de Estados Unidos, que no se somete al Principio de Aceptación, pero que tiene una influencia decisiva en el destino de los norteamericanos (EE.UU.).

Tras la derrota en la Guerra de Vietnam, la administración Nixon rompe el esquema de la Guerra Fría con el viaje del secretario de estado, Henry Kissinger a Pekín, en 1973. Hay otro personaje relevante, Robert Rubin, secretario del Tesoro de los Estados Unidos, con la administración demócrata del presidente Bill Clinton. La Inteligencia judía está en el núcleo de la alianza del establishment norteamericano con el Partido Comunista Chino. La discreción, el oportunismo y el acierto de la Inteligencia judía está perfectamente entretejido entre el Soft Power y la realidad económica y financiera de Estados Unidos. Ideológicamente la Inteligencia comunista ha remontado la Guerra Fría y ha demostrado con China, una flexibilidad política que compite con las democracias liberales occidentales.

Nuestra réplica a Los Treinta Tiranos de Lee Smith recuerda un suceso extraño que sucedió en China, en el siglo XIX. La Rebelión Taiping desató una guerra entre el gobierno imperial chino (dinastía Qing) y el Reino Celestial de la Gran Paz, encabezado por Hong Xiuquan, que practicaba un sincretismo religioso significativo para los tiempos que corrían en el siglo XIX. La guerra se extendió por dos décadas y se estima que costó la vida a 20 millones de personas. La intervención de potencias occidentales (Francia y Reino Unido) en favor del gobierno imperial chino y la desaparición de Hong Xiuquan (suicidio) provocó la derrota del Reino Celestial de la Gran Paz.

En la actualidad se estima que habría unos 100 millones de cristianos chinos. El cristianismo no es nuevo en el País del Centro. Tras la Guerra del Opio, que enfrentó al gobierno imperial chino y Gran Bretaña, surge un movimiento político-religioso conocido como Rebelión Taiping, en la provincia de Guangxi. ¿Cuál podría ser la proyección de los cristianos chinos, bajo la mano abierta del gobierno chino, que no renuncia a la represión de comportamientos hostiles?

¿La diplomacia vaticana tiene en cuenta el desamparo de los cristianos chinos?

Las potencias occidentales intervienen en China, en el siglo XIX; las empresas occidentales intervienen en China, desde 1990, lo que provoca la apertura de China, sin que el mercado de capitales chino conozca tal apertura. El exitoso fenómeno de la deslocalización de empresas occidentales en países asiáticos, encabezados por China, tiene una repercusión geopolítica, que no ha sido valorada por las cancillerías occidentales; ya es tarde.

La autonomía de las empresas es un hecho que está en la raíz de la decadencia de Occidente. El Estado democrático no representa un equilibrio entre el comercio, la guerra y la religión. Los principales actores, los partidos políticos, conforman unas oligarquías superadas por la Inteligencia comunista representada por el Partido Comunista Chino. Las grandes empresas norteamericanas y europeas reaccionaron con rapidez y sentido Global. Tiene que reconocer Lee Smith que la clase dominante de Estados Unidos no podía esperar a la casta política, distraída con el caso Watergate, la división de la sociedad norteamericana por la Guerra de Vietnam y la revolución cultural con una emancipación sexual, sin precedentes. El afán de enriquecimiento está en la base de la moral dominante de Estados Unidos y Occidente.

El análisis de Lee Smith repasa los movimientos de la élite norteamericana y la infiltración china en la sociedad estadounidense. Sin embargo, no reparamos en el pueblo chino, ni tampoco en el pueblo de Estados Unidos. El presidente Trump ha representado la figura de un proto dictador, que ha despertado en una parte del pueblo de Estados Unidos una inquietud política que tal vez no desaparezca.

No podemos calificar como traidores a la élite norteamericana pro China. Los españoles sabemos bien que el bloque anglosajón tiene un cromosoma pirata. La situación actual es una continuación de los acontecimientos que sucedieron en China, en el siglo XIX. Principalmente para el bloque anglosajón. La réplica a Los Treinta Tiranos pretende llamar la atención de la falta de unidad entre los países de la civilización occidental. Lo mismo pasa en Asia.

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