Viva el Rey Felipe VI, que comienza su reinado bajo unas circunstancias más difíciles e imprevisibles, que las que conoció su padre Juan Carlos I. Como la Monarquía constitucional no tiene la iniciativa frente a los movimientos secesionistas catalán y vasco, el régimen, dominado por los grandes partidos, ha precipitado la abdicación de Juan Carlos I. Los resultados electorales europeos han ejercido una influencia parecida a las elecciones municipales de 1931, que precipitó la II República española.

España no ha sido invitada a la 70 conmemoración del desembarco de Normandía, como hace diez años. Esto prueba que los problemas de nuestro país son vistos con cierto desdén, en las cancillerías europeas. Los secesionistas catalanes y vascos deberían fijarse en este hecho, toda vez que los republicanos españoles exiliados lucharon con los aliados, en la II Guerra Mundial.

La Monarquía constitucional de Juan Carlos I ha debilitado las instituciones del Estado. El reinado de Felipe VI comenzará bajo una crisis institucional que se aproxima a la fase crítica. Los grandes partidos, Partido popular y Partido Socialista defienden la Constitución, que es causa, en parte, de los desordenes actuales.

La descentralización administrativa, con las Comunidades Autónomas como grandes protagonistas, ha permitido que la secesión en Cataluña y Comunidad Vasca sean procesos abiertos, respaldados con los buenos resultados europeos: Ezquerra Republicana de Cataluña, que gana en dicha región con el 23, 67 de los votos. Por su parte, Bildu vence en 124 municipios vascos y supera al PNV, en este aspecto.

El reinado de Juan Carlos I consistía en la recuperación de la legalidad republicana, bajo una democracia parlamentaria dominada por los grandes partidos de centro-derecha y centro-izquierda. No existe extrema derecha, mientras las formaciones de izquierda y los secesionistas recuperan el apoyo popular. Europa relaja su interés en el régimen español.

La corrupción es una característica propia de la Monarquía constitucional de Juan Carlos I. Además, ha tenido un engarce muy cuidado. Rumasa, expropiada en 1983; el Banco Banesto, ahora desaparecido, fue intervenido en 1993; igualmente, Fórum Filátelico y Afinsa fueron intervenidos en 2006. El Partido Socialista gobernaba en los casos citados. Siempre ha sido respaldada la formación política socialista con un caso de gran repercusión social, que no frenó la corrupción en España, sino que, al contrario, favoreció su paulatina extensión, hasta llegar a nuestros días, con distintas tramas en la palestra: Bárcenas, Gürtel, ERE Andalucía, caso Noos…

Es posible que Felipe VI carezca de discurso propio y repita los principios y fundamentos de la Monarquía anterior. En la coronación de Felipe VI se prescindirá de símbolos cristianos, como la misa o la cruz en la corona regia. ¿Empezará Felipe VI con menos apoyo del pueblo, toda vez que el reinado de Juan Carlos I nos ha traído el desánimo de las restauraciones borbónicas?

III República

Hay una atracción fatal de los pueblos hispanos por lo prohibido, ya se trata de la secesión, en Cataluña y Comunidad Vasca, o por la República, que de nuevo es exigida por parte de la izquierda española. Esto justifica la aparición del líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Si Juan Carlos I queda al margen, por completo, y la reina madre Doña Sofía apoya a su hijo Felipe VI, es posible que podamos ganar alianzas en Europa central, frente la amenaza secesionista. ¿Para qué la presencia de la reina en el club Bilderberg?

Otra vez se invoca la república, sin reparar que la crisis institucional, que afecta a los tres poderes administrativos, ejecutivo, legislativo y judicial, compromete la apuesta republicana, a corto plazo. No sabemos si los acontecimientos que se esperan destronarán al nuevo rey de España.

Las familias dinásticas son unos intermediarios entre los mercados y los Estados que representan. La Globalización ha supuesto un nuevo feudalismo, por el reparto de poder entre los Estados y los mercados. En este escenario, los reyes sobreviven, cautos con sus fortunas, que no son la salvaguarda de su legitimidad.

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