Si nada lo detiene, la inteligencia judía se manifestará en Cisjordania (Judea y Samaria); Israel ejecutará, a partir de julio, la anexión de parte de Cisjordania, que controla desde la Guerra de los Seis Días (1967). El gobierno de Israel, fruto de un pacto entre los líderes Netanyahu y Gantz, tras 17 meses de bloqueo político, y con tres elecciones celebradas, demostrará que el Estado de Israel es expansionista, por definición y razón de ser; en pleno siglo XXI, sólo Israel tiene la prerrogativa de extender sus fronteras.

Estados Unidos apoya la anexión israelí. El plan de paz del presidente Trump para la región, recoge el golpe de la inteligencia judía, que supone la absorción por Israel del 30% de Cisjordania. Israel no tiene aliados, sin embargo, cuenta con el firme apoyo de la élite angloamericana. La realidad expansionista de Israel impide, por el momento, que la paz llegue a establecerse en una región tan conflictiva.

La inteligencia judía es un concepto que recoge los logros de la nación judía, en diversos campos de acción: religión, comercio y guerra. Una historia muy larga con hitos significativos, como el reino asmoneo tras la revuelta del mismo nombre; el enfrentamiento con Roma, y el surgimiento del cristianismo; San Pablo evitó la dualidad religiosa para los judíos. La creación del Estado moderno de Israel es el logro más significativo en estos tiempos.

Tenemos en cuenta las tesis del historiador hebreo Shlomo Sand, relativas a cuestionar la existencia del pueblo judío como una unidad racial con particulares derechos y, por consiguiente, de la tierra que Israel reclama como propia. La inteligencia judía no contradice las tesis de Shlomo Sand; sólo es un concepto que pretende designar una coherencia que justificaría múltiples factores, imposibles de reunir, pero que se manifiesta en el periplo de este pueblo singular.

Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia COVID-19; el conflicto racial explota, como en los años sesenta, por los abusos policiales. Recientemente, una encuesta del Jewish Electorate Institute, entre la comunidad judía norteamericana, arroja los siguientes resultados:

La mayoría vota a los demócratas; desaprueba la gestión del presidente Trump y considera que el presidente republicano favorece el antisemitismo en EEUU. El 51% apoya las relaciones EEUU-Israel, bajo el mandato del presidente Trump.

No tenemos elementos para juzgar la actitud de la comunidad judía de Estados Unidos como cínica hacia la figura del presidente D. Trump, toda vez que la actual administración norteamericana trasladó la embajada de EEUU a un nuevo emplazamiento en Jerusalén. El plan de paz reafirma la tradición de Estados Unidos con Israel. Una alianza que representa el reverso del enfrentamiento entre Roma y el pueblo judío. Ahora, la gran potencia mundial es el garante de la seguridad de Israel.

Estados Unidos sigue la política de Gran Bretaña en la zona. En 1897 se fundó la Organización Sionista Mundial, en la ciudad suiza de Basilea. En 1917, Gran Bretaña daba el paso decisivo: la Declaración Balfour, la creación del Hogar Nacional para el pueblo judío en Palestina. En 1948, se creaba el Estado de Israel. Un claro ejemplo de la inteligencia judía. Constante actividad, se fundan periódicos, organizaciones, se cuidan relaciones al más alto nivel y no se pierde el temor a Dios, como han hecho muchos cristianos.

Y conviene recordar el libro de Antony Cyril Shutton, Wall Street y los Bolcheviques para profundizar en la complejidad de las relaciones financieras que dependen de la viabilidad política de las alianzas entre estados.

En España, cuna de los judíos sefardíes, los nacionalismos vasco y catalán tienen como modelo el movimiento sionista. Dada la relación impuesta de los países europeos con Israel y la Autoridad nacional Palestina, no existe una política exterior creíble de la Unión Europea. Y los movimientos secesionistas en España tienen apoyos exteriores. La figura de George Soros aparece con el respaldo de la inteligencia judía.

Irán es el gran enemigo de Israel y es el país líder de la comunidad islámica chiita. La máquina estatal no se detiene como demuestra Israel; pero Irán no puede cometer el error de atacarlo. Israel es la mayor potencia militar y política de la zona, con armamento nuclear, que proporcionó Francia, en su origen y gracias a la gestión de Shimon Peres, ex primer ministro de Israel. La primera reunión con los franceses fue en 1956. Desde la fundación de Israel no se ha detenido la inteligencia judía; además, está el Mossad (servicio de inteligencia de Israel). Es posible una guerra en Oriente medio; pero no sabemos cuándo.

Print Friendly, PDF & Email